La Supercopa de España tuvo un claro vencedor. El partido de ida en el Ramón Sánchez-Pizjuán permitió al Barcelona alzarse con su primer trofeo de la temporada. El Sevilla, en cambio, empezó arriesgando desde el primer minuto, que sacrificó la posesión (65% para el Barcelona y 35% para el Sevilla) e iniciar contragolpes y sorprender al club azulgrana.
Menos posesión en esta Supercopa
El Sevilla desarrolló su juego muy ofensivo, buscando lograr un gol pronto para meterse en la eliminatoria. Realizó 366 pases (285 pases cortos, 65 balones largos y 14 centros, números bastantes inferiores a los conseguidos frente al Real Madrid en la Supercopa de Europa y al partido de la ida de la Supercopa de España). Logró un 79% de éxito de pase, debido a jugadores como Ganso, Sarabia, Konoplyanka, Correa o Ben Yedder quienes tras neutralizar alguna ocasión del Barcelona iniciaban la contra. Se apoyaron sobre todo en la defensa (esta vez de 3), logrando un promedio de 4 pases consecutivos, esto hizo que se lograra dar algún que otro susto al Barcelona. El equipo azulgrana dominó el encuentro, realizó 671 pases (591 pases cortos, 70 balones largos y 8 centros). Consiguieron, por tanto, el 90% de éxito de pase superior al del Sevilla, debido sobre todo a la presencia de Messi y Busquets, quienes consiguieron un promedio de 8 pases consecutivos. En cuanto a los duelos aéreos, el Sevilla solo consiguió el 25% de acierto frente al 75% del FC Barcelona. El equipo de la Ciudad Condal realizó más o menos el mismo número de regates (9 frente a 8) gracias, por ejemplo, a Messi, Arda o Denis; mientras que los hispalenses la mayoría de regates satisfactorios venían de Correa, Konoplyanka o incluso Mariano, aunque eso no sirvió al Sevilla para añadir un nuevo título de la Supercopa de España a sus vitrinas.
Más agresivo
El Sevilla jugó con un estilo más ofensivo que el que se vio en la ida. El equipo hispalense tuvo 2 tarjetas amarillas, mientras que el Barcelona recibió una sola. El Sevilla realizó 18 entradas, 12 acabaron en falta para parar el juego del FC Barcelona y dar tiempo a reorganizarse e iniciar alguna contra rápida. El equipo azulgrana, en cambio, realizó 12 entradas y 7 de ellas acabaron en falta para parar las ofensivas de los jugadores del Sevilla. En cuanto a balones perdidos, el equipo de Luis Enrique perdió 60 balones, aunque recuperaron 41 y cometieron 3 fueras de juego, mientras que por parte del conjunto que dirige Jorge Sampaoli se perdieron 61 balones, recuperaron 40 y cometieron 2 fueras de juego, algo similar al Barcelona.
Vio más puerta
Pese a ir por detrás en la eliminatoria, el Sevilla salió al ataque y realizó 11 tiros, de los cuales 5 fueron a puerta en esta Supercopa, bastantes más que en la ida. Por otro lado, el conjunto blaugrana logró armar 12 tiros, de los cuales 4 fueron a puerta. El Sevilla realizó 10 saques de esquina (muchos más que los que se vieron en la ida o incluso frente al Real Madrid) frente a los 2 únicos saques de esquina que hizo el equipo de Luis Enrique. Por su parte, en cuanto a intervenciones del portero, Sergio Rico intervino nada menos que 3 veces. Claudio Bravo realizó 8 intervenciones y paró además un penalti. Cierto es que ofensivamente se logró mejorar pero sin eficacia para acabar con el Barcelona.