¿Hasta qué punto se puede querer al fútbol? Es una buena pregunta para Alicia Fuentes, ¿no creen?. Porque, en lo poco que llevo dedicándome al cubrir fútbol femenino, he visto a mucha gente que siente pasión pero a poca que viva este deporte tan intensamente como ella.
Con un palmarés destacable y tras haber jugado en equipos top, no ha tenido problemas en jugar en otros que podrían no aportarle la misma fama y prestigio. Hace unos cuatro años, Alicia anotó un gol en Canarias que posibilitó el tan ansiado ascenso. Dentro del vestuario del Sevilla FC Femenino era un referente y también para la afición, que no ha dudado escogerla para dar nombre a la primera peña femenina del sevillismo.
Alicia Fuentes es de esas jugadoras que han disputado partidos en campos de tierra, que han entrenado a altas horas de la noche y que han compaginado estudios y trabajo con su pasión. Por eso, nunca ha dejado de luchar por los derechos de las futbolistas. Es más que una voz autorizada, es una de las jugadoras que ha escrito su nombre en la historia del fútbol de nuestro país. Además de ese palmarés en el que hay ligas y Copa de la Reina, Alicia ha sido la última jugadora de la expedición del 97 en retirarse.
Acostumbrados ahora a una España que ha encadenado su presencia en tres grandes competiciones internacionales, Mundial de Canadá 2015; Eurocopa de 2017 y Mundial de 2019, nos hemos olvidado rápido que hasta 1997 nuestra selección no estuvo presente en una Eurocopa y no fue hasta 2015 cuando conseguimos la clasificación a un Mundial. Es curioso eso de la memoria selectiva, nos acordamos de las que estuvieron en la expedición de 2017, pero no somos capaces de reconocer a las que veinte años antes abrieron el camino.
Entre esas mujeres estaba Alicia Fuentes que hace unos días puso fin a su carrera como futbolista, pero que comienza a centrarse en sus carrera como entrenadora. Hay personas que hacen mejor este deporte, y ella es sin duda una de esas personas. Solo con ver la pasión que pone al hablar de fútbol se puede intuir la que pone sobre el verde. Pero el verdadero mérito es saber transmitir esa pasión a otros, y eso lo hace.
Hay que mirar al futuro, hay que apoyar a las nuevas generaciones que están disfrutando de lo conseguido y luchando para que las que vienen detrás tengan más. Pero no podemos olvidarnos de que hay mujeres, como Alicia, que aman tanto este deporte que pusieron los cimientos para dar esos pasitos que hoy han marcado la dirección hacia el crecimiento.
Ya tengo ganas de verte seguir entrenado y, algún día no muy lejano, de verte en un banquillo de Primera División. Solo el tiempo dirá cuándo, pero seguro que lo dirá.