Ya no es noticia que el Sevilla FC empate. Esta igualada ante el Valladolid es la cuarta consecutiva para los de Lopetegui, que se volvieron a dejar dos puntos muy importantes. La mejoría en la segunda parte no sirvió para sumar los tres puntos. Con una victoria, el Sevilla había puesto pie y medio en la Champions del próximo año, pero un nuevo despiste en el balón parado les privó del triunfo.
El balón parado volvió a condenar al Sevilla FC
Salió bien el equipo de Lopetegui, teniendo ocasiones y moviendo el balón de lado a lado. Tuvo hasta un larguero Ocampos. Sin embargo, todo se vino abajo tras el gol del Valladolid. Una falta desde el medio del campo en la que Fernando perdió la marca de Kiko Olivas y Vaclik se quedó a media salida supuso el tanto de los pucelanos. Otro error más esta temporada. El Sevilla FC ha encajado ya nueve goles en acciones de estrategia esta temporada, el que más en LaLiga. A partir de ese momento, el equipo de Sergio se parapetó atrás y el Sevilla no tuvo respuesta. Se vió un equipo plano, sin ideas y lento en la circulación de pelota. Tuvo un 72% de posesión, pero sólo fue capaz de disparar una vez más que su rival y no sacó ningún córner en toda la primera mitad.
Lo mejor, los cambios
En el descanso Lopetegui movió el árbol. Sacó a Suso y Jordán, que le dieron otro aire al equipo. El gaditano estuvo participativo y jugó su mejor partido desde la vuelta de LaLiga. De sus botas salió el centro que provocó el penalti y algunas ocasiones más. Joan Jordán salió en lugar de un errático Fernando, se situó entre centrales para liberar a Banega de labores de creación y el equipo hispalense subió el nivel. Munir estuvo bien como delantero centro. Marcó un gol, pero fue anulado por un fuera de juego señalado por el VAR. Sin jugar un fútbol espléndido, se vió un Sevilla algo más reconocible y que, al menos, mostraba intención de ganar y mejoría. La nota negativa la volvieron a poner En-Nesyri y Rony Lopes, que han vuelto sin ritmo y no crearon ningún peligro cuando entraron.
Falta un nueve goleador
Ni de Jong en la primera parte ni En-Nesyri en la segunda dieron el nivel que se espera para un equipo que lucha por meterse en Champions. El holandés estuvo muy solo durante toda la primera mitad y apenas tocó balón. Un único remate de cabeza a las manos de Masip fue todo su bagaje ofensivo. El ex del PSV baja balones, lucha y mejora a sus compañeros, pero le falta gol y el equipo lo nota. En-Nesyri tampoco llevo nada de peligro, y una vez más volvió a pasar desapercibido. No acaba de encontrarse desde la vuelta. Pelea y corre como el que más, pero no mejora a De Jong y contra el Valladolid tampoco tuvo peligro. El que mejor lo hizo arriba fue Munir (y eso que no es su posición natural) que ha vuelto como un tiro.