En el fútbol, el sentimiento es el que lleva en volandas a un club. Eso no le falta al Sevilla: sentimiento. Pero existe una parte de este deporte que no entiende de sentimientos, y es más bien egoísta y solo mira por el interés propio. Esa parte está compuesta por los empresarios y grandes accionistas cuya preocupación es el beneficio meramente económico. Y contra ello está Accionistas Unidos, un grupo de accionistas minoritarios que aún mira por el sevillismo. Hemos podido hablar con Moisés Sampedro, presidente de dicha asociación, y nos ha detallado cuál es la situación actual dentro de la Junta de Accionistas y del Consejo del club, y la idea de blindar el Ramón Sánchez-Pizjuán y la ciudad deportiva ante la amenaza de inversores extranjeros.
Accionistas Unidos, en alerta
Según nos cuenta Moisés Sampedro, «los accionistas mayoritarios han adoptado la misma actitud que el pasado año antes de la celebración de la Junta: adquirir masivamente acciones fuera del precio de mercado (200 euros aproximadamente)». Afirma Sampedro que «en la anterior ocasión ya se puso de manifiesto que el objetivo de esa compra era una reventa por un precio bastante elevado, que rondaría entre los 1200 y 2000 euros». Una acción tendría un coste de sesenta euros, por lo que estas acciones que están realizando los accionistas mayoritarios levantan sospechas entre los minoritarios. Sospechas fundadas, ya que, según nos cuenta el presidente de Accionistas Unidos, «pueden estar barajando una oferta de un inversor extranjero, al igual que pasó hace un año».
El Consejo, impasible
Acerca de la actitud del Consejo del club, Sampedro lamenta que «les hayan dado la espalda como pasó la anterior vez«. Además, estos «han cerrado comunicación con los accionistas minoritarios, denegando una petición de reunión a Accionistas Unidos, en definitiva, un comportamiento que se vuelve a repetir».
Blindar el patrimonio
Ante este temor, y «por el bien del sevillismo», Moisés afirma que la intención de la asociación es «blindar el Sánchez-Pizjuán y la ciudad deportiva, además del patrimonio del sevillismo, el cual incluye el escudo, emblemas, bandera y signos identificativos«. Pese al acuerdo con el Ayuntamiento y el Parlamento andaluz de no usar los terrenos del club para otros usos distintos a los deportivos, el miedo a que ocurra algo similar a lo sucedido en el Atlético de Madrid es cada vez mayor.
Sampedro, acerca del fútbol moderno, dice que «la gente piensa que la llegada de un inversor extranjero es positiva, pero la experiencia de nuestros vecinos del Málaga o la del Atlético de Madrid nos hace pensar lo contrario».
Accionistas Unidos, en lucha
En definitiva, Accionistas Unidos está dispuesto a luchar por la defensa de lo que representa al aficionado hispalense, desde el escudo hasta el estadio. Nuestro interlocutor sentencia: «el inversor solo tiene un interés económico en sus acciones, pero nosotros deseamos proteger aquello que es del sevillismo». Para comenzar, la asociación busca reunir 2500 firmas o acciones que permita solicitar al club un complemento de convocatoria. Así, se podría iniciar un proceso para cambiar los estatutos sociales del Sevilla y, por ende, dificultar la venta del patrimonio del club.