El Sevilla recibe mañana al Real Madrid, en una nueva final para mantener las esperanzas de alcanzar la séptima plaza que da derecho a jugar la Europa League la próxima temporada. Al conjunto nervionense no le vale otra cosa que ganar y ni el rival ni los números de Caparrós ante los grandes de LaLiga invitan al optimismo. El técnico utrerano se ha enfrentado en 18 ocasiones al Madrid y al Barcelona y solo ha conseguido la victoria en cuatro de ellas.
Al Sevilla solo le vale gana frente al Real Madrid. Un empate alejaría mucho las posibilidades de alcanzar la séptima plaza, dependiendo de lo que haga el Getafe, y una derrota implicaría casi definitivamente olvidarse de Europa. Pero, con Caparrós en el banquillo, el Sevilla pocas veces ha logrado la victoria cuando se ha enfrentado a los grandes. Aunque, por otro lado, al utrerano se le da mejor el Madrid que el Barcelona.
Dos goleadas
En total, Caparrós se ha enfrentado en 18 ocasiones al Real Madrid y al Barcelona. De esos 18 partidos, ganó cuatro, empató tres y cayó derrotado en once. De esas cuatro victorias, tres fueron contra los Blancos. En la memoria de todos los sevillistas, quedará para siempre aquella histórica goleada por 4 a 1 ante el Madrid de los galácticos. Igual que la única victoria de Caparrós ante el Barcelona aquel 15 de octubre de 2002, en el Camp Nou, precisamente la última vez que el cuadro hispalense ganó en el feudo azulgrana, con un contundente 0-3, con goles de Casquero y Toedli.
Victoria amarga
El resto de las veces que ha jugado contra los grandes, el Sevilla ha obtenido tres empates y once derrotas. La última victoria fue en el Bernabéu, en la temporada 2003-2004, con un gol de penalti de Baptista. Y el último triunfo como local, el resultado que necesita mañana, fue en la vuelta de la semifinal de Copa del Rey ante el Madrid, de infausto recuerdo para el sevillismo. En la ida, el Sevilla perdió 2-0 y en la vuelta tan solo pudo ganar por 1-0. Un partido que pasó a la historia por la bajada del entonces director deportivo blanco, Jorge Valdano, al vestuario del árbitro.