El Sevilla llegaba al enfrentamiento liguero tras encarrilar la eliminatoria el pasado jueves en San Mamés. El Athletic llegaba al encuentro muy necesitado, con el descenso en los talones. El Sevilla necesitaba ganar para seguir tras el Atlético de Madrid y Barcelona. El Athletic metió varias marchas más y se llevó los tres puntos ante un Sevilla irreconocible.
Baja intensidad sevillista
La intensidad, la necesidad bilbaína e Iñaki Williams ponían por delante a los de Garitano en la primera. El partido comenzó con muchísimas interrupciones y sin ningún acercamiento claro en ninguna de las dos porterías. Sobre el minuto 15 el Athletic encadenó dos córners consecutivos, pero se encontró con una sólida defensa sevillista. El primer disparo entre palos llegó tras otro centro de Ander Capa, en el que remató Córdoba a las manos del Vaçlik. Tras varios minutos, tras el gol, de una gran presión por parte de los vascos, en el 31 llegó la primera ocasión sevillista. Trás un centro de Roque y una dejada de Ben Yedder, el balón cayó en Pablo Sarabia, que con una vaselina quiso batir a Herrerín, pero el arquero lo evitó. La primer parte finalizó sin más. El Sevilla no supo parar a Williams y tampoco contrarrestar la intensidad de los leones.
Williams culminó
El Athletic arrancó el segundo tiempo con dos ocasiones en los dos primeros minutos. Poco a poco el Sevilla iba a tener más la pelota y a tener el mando del juego. La presión y la intensidad aumentó y lo único que hacía el equipo de Garitano era pegar pelotazos en busca de Iñaki Williams. Tras una larga posesión el Sevilla tuvo una nueva oportunidad. Un centro perfecto de Roque Mesa y un remate de André Silva es desviado a córner por Yuri. El Sevilla introdujo a Quincy Promes por Escudero, con el fin de tener mucho más peligro en el costado zurdo. Minutos después una jugada embarullada tras un córner, remató André Silva de chilena a las manos de Herrerín en el 73′ de partido. Ibai entró enchufadísimo en su vuelta a San Mamés, y era en un peligro con su poderío en el balón parado. En minuto 80 se sacó Quincy Promes, tras una jugada individual, un zapatazo que pasó rozando el palo. Tras el gol el Sevilla se quedó anestesiado, y tan solo fue Promes quien intentó maquillar el resultado.
Doblete de Williams
El primer gol llegó tras una contra genial del Athletic en el 23′ de partido, en la que recibió Williams que tras quebrar a Kjaer soltó un latigazo imparable para el checo, Tomas Vaçlik. El segundo fue parecido. En el 85′ arranca Williams con un autopase a Sergi Gómez que no puede parar, se marcha de Vaçlik y a placer, sentencia el partido en San Mamés.
Nadie acertó
El Sevilla pierde un partido justo, el Athletic se lo mereció más y se lo trabajó más. Williams fue un verdugo en el que ni Vaçlik, ni la defensa y tampoco Machín supo parar. El equipo falló en todos los aspectos. Táctico, técnico y sobretodo, la intensidad. El Sevilla sigue sin sumar de tres en este año, el próximo encuentro liguero será en el Bernabéu. Hay que hacer lectura y analizar bien el encuentro para mejorar todos los fallos que ha tenido en la Catedral. El próximo objetivo: el miércoles 16 de enero frente al Athletic Club de Bilbao para cerrar el pase a la siguiente ronda de la Copa del Rey.