El Sevilla consiguió un resultado muy positivo de cara a la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey. Los goles de Sarabia y Ben Yedder dan ventaja al Sevilla de Machín. Un Sevilla que supo jugar sus cartas y fue superior al Barcelona en muchos aspectos del partido.
Posesión y ocasiones
Como de costumbre, el Barcelona monopolizó el balón y fue el equipo que más tiempo lo tuvo en su propiedad. Acabó el partido con un 61% de posesión mientras que el Sevilla tuvo el 39% restante. Eso sí, las ocasiones fueron para los nervionenses. Dispararon tres veces entre los palos y 12 tiros fuera del arco; el Barcelona tan solo disparó una vez a puerta y siete disparos fuera.
En el único disparo del Barcelona entre los tres palos, Juan Soriano lo atajó y su homónimo en el Barcelona, Cillessen, hizo lo mismo. Evitó el primer gol del partido con una buena parada a Ben Yedder en el primer tiempo. Pero en los tantos de Sarabia y Ben Yedder no pudo intervenir. De hecho, llegó tarde en ambos esféricos para evitar los goles.
Faltas tácticas
El Sevilla realizó en el partido el doble de faltas que el Barcelona. Hasta 18 infracciones llevó a cabo el cuadro de Nervión pero muchas de ellas fueron faltas tácticas. De las 18 faltas, solo una fue penalizada con tarjeta amarilla, a Sergi Gómez, y fue en el tramo final de partido. Denotó interrupciones en el juego del Barcelona para que los azulgranas se sintiesen incómodos. Sobre todo, en el centro del campo, donde Amadou tuvo el papel de sostener defensivamente la sala de máquinas.
Además, el Sevilla también ejerció un trabajo táctico defensivo muy notable, ya que hizo caer al Barcelona en fuera juego en seis ocasiones, la mayoría de ellas de Kevin Prince Boateng. Fue crucial esta lectura del partido para ahogar al Barcelona en su propio territorio.