Ver un filial en Segunda División denota el nivel y tratamiento de la cantera que realiza un club, además de generar una cuantía notable de ingresos. El Sevilla Atlético ascendió a LaLiga 1|2|3 en la temporada 2016/17 de la mano de Diego Martínez. El club consiguió mantenerse en la categoría realizando un fútbol muy vistoso y manteniendo el bloque que consiguió subir. Para tal campaña, la dirección deportiva reforzó el filial con jugadores jóvenes, pero con experiencia en la división de plata como Ondoa, Álex Muñoz o Aburjania, a los que se sumaron Cristian González, Marc Gual, Schettino o los hermanos San Emeterio, que proporcionaron a Diego Martínez un amplio fondo de armario. Esta temporada, sin embargo, los fichajes no terminan de carburar, el club acusa mucho las bajas y a Tevenet se le echa el tiempo encima.
Primera vuelta para olvidar
Con tan sólo dieciséis puntos y dos victorias, el Sevilla Atlético despide la primera vuelta. El farolillo rojo de la competición, a pesar de dominar los partidos en casa y plantar cara como visitante, no termina de alzar el vuelo. Prácticamente, todo se le ha puesto en contra al equipo: lesiones, fallos arbitrales, jugadas desafortunadas que terminan en gol… Pero la realidad es que sólo han marcado dieciséis goles (segundo registro más bajo de la liga) y han recibido treinta. Cuesta creer que un conjunto que domine sus partidos en casa, sólo haya conseguido una victoria. Fede San Emeterio llegó a declarar en la pasada zona mixta tras la derrota ante el Osasuna que «el mejor de los contrarios cuando juegan en el Viejo Nervión es el portero». Muchos de los goles encajados por el equipo llegan por pequeños fallos provocados por falta de concentración y experiencia. Tales errores, en LaLiga 1|2|3, se pagan caro.
El Consejo sigue sin responder
Uno de los grandes problemas del filial sevillista es la falta de gol, en parte provocada por las continuas lesiones de Carlos Fernández y Marc Gual, que les impide tener continuidad. No se esperan fichajes en invierno para el Sevilla Atlético, ni tampoco una reacción por parte del Consejo, más pendiente del primer equipo, inmerso en una situación alarmante. La dirección deportiva confió en Tevenet para llevar las riendas del equipo, descartando a Palop o Agustín López. De momento, la papeleta no está saliendo como esperaban y el balón está en el tejado del Consejo, que decidió no cesar al actual entrenador en diciembre apelando a «la mala fortuna y lesiones» que ha sufrido el equipo. El tiempo se acaba y filial sigue sin dar señales de vida. Una de las pocas luces es la de del juvenil Alfonso Lara, futbolista con un futuro prometedor y cuyo rendimiento está siendo notable.