La victoria en el Sánchez-Pizjuán clasifica al Sevilla FC para la fase de grupos de la Champions. Los nervionenses enfrentaron en Nervión a un Istanbul que venía pisando fuerte. Tanto es así, que el partido se complicó y los sevillistas comenzaron a temer el resultado. Afortunadamente, el conjunto de Berizzo logró apuntar un 2-2 en el marcador, que le daba el pase a la fase de grupos. Pero no todo fue de color de rosa en el Sánchez-Pizjuán. El Sevilla FC mostró valentía y coraje, pero también dejó al descubierto el agujero del equipo: el bagaje defensivo pende de un hilo.
Una defensa inestable
El partido apenas había comenzado cuando Correa y Ben Yedder tuvieron la oportunidad de adelantar al Sevilla FC en el marcador. La intensidad con la que iniciaron el partido fue cediendo ante un Istanbul, que pedía más protagonismo. Y la defensa del conjunto de Berizzo estaba dispuesta a dárselo. Los balones que dirigían los turcos confundieron a esa zaga local que no salía del despiste. Los turcos lograron superar a la defensa sevillista en varias ocasiones. Caiçara y Escudero se batieron en duelo en distintos momentos del partido y el turco acertó un pase que penetró por la defensa. El cuero aterrizó en los pies de Elia y el Istanbul comenzó a desafiar a una defensa sevillista, que no parecía entenderse.
La falta de contundencia hizo que Escudero y Mercado dejasen escapar algún que otro balón. Por su parte, Lenglet cometió una falta sobre Visca, cuando el jugador turco aprovechó la contra. N’Zonzi, muy presionado por el Istanbul y sin apenas presencia en el primer tiempo, despejó varios balones que podrían haber sido peligrosos. Los turcos aprovecharon la flaqueza de la defensa sevillista para iniciar todas las contras posibles. Ni el gol de Escudero, que igualó a ambos equipos, despertó a la defensa de su letargo. Pareja vio la amarilla cuando llegó tarde a arrebatar el balón a Mossoró. El gol de Ben Yedder puso al Sevilla por delante (2-1). Pero la mala coordinación defensiva dejó a Visca solo ante Rico para firmar el empate (2-2). Tras el gol, una vez más los turcos superaron a la defensa sevillista, con un disparo peligroso que pudo acabar con una derrota en Nervión.