El retorno del alma

Quién nos lo iba a decir hace seis días tan solo. Ni el más optimista de los nuestros hubiera pensado que el Sevilla iba a ganar en el Wanda, y menos aún después de ver perforada nuestra portería cuando aún había tiempo para caer de nuevo por goleada. Meses atrás, qué digo meses, semanas atrás, el misil lanzado por Diego Costa hubiera sido el principio de una bajada de brazos del tipo de la aciaga noche frente al Spartak de Moscú, por citar una de las vergonzosas goleadas que hemos sufrido durante esta temporada. Pero no, el equipo no se descompuso como otras veces, no le perdió la cara al partido y aprovechó sus oportunidades. Y el resultado fue que, además de ganar, el Sevilla recuperó la fe y, sobre todo, sus señas de identidad.

Decía en mi artículo de la semana pasada que la ventana de invierno nos debería dar la oportunidad de fichar el alma perdida, el alma que se fue aburrida de tanto sobar y sobar la pelota, de jugar al balonmano alrededor del área rival para ponerle en bandeja al enemigo  contraataques de infarto para nuestra lenta y desguarnecida defensa. Y Montella, que ha recuperado a muchos futbolistas, que lo sabía, porque había caído derrotado por ella cuando vino con la Fiorentina, la convenció para que regresara.

Hace seis días la discusión era si nos hacían falta fichar a no sé cuántos jugadores para no sé qué demarcaciones, además de echar a otros tantos de tales o cuales posiciones, y don Vicenzo nos ha hecho que ver que, independientemente de que se puedan precisar retoques, las causas de nuestros males eran otras. Paso a enumerar las que entiendo que había:

1. El alma: dicen que nunca se rinde. Pelear cada balón, meter la pierna y el cuerpo, pelear cada pelota. Por fin hemos entendido que hay que dejarse la piel en cada jugada y que para hacer eso se precisa un espíritu de compromiso basado en la colectividad. Hoy día cualquier equipo top lo es por sus grandes jugadores y por su capacidad para presionar y recuperar la pelota, para incomodar al rival. De ahí que este punto sea muy importante, pero imposible si no se cumple el número 2.
2. El físico: un cambio milagroso en estas tres semanas, base de la fe que el entrenador tenía en que el equipo se levantara. Pretender tener alma arrastrando el culo por el césped es tarea poco menos que imposible. La preparación física del equipo era lamentable y buena parte del cambio se ha debido a mejoras en esta parcela. Tener que hacer esto a mitad de temporada, cuando los pulmones hay que cargarlos en verano, es arriesgado y veremos qué da de sí a lo largo de lo que queda, si no aparecen lesiones, pero era algo absolutamente necesario, y que como el punto 1, deja en evidencia al equipo técnico anterior. Y ya con alma y físico, se puede cambiar el punto 3.
3. El estilo de juego: hemos pasado de jugar en horizontal a hacerlo en vertical. ha tenido que pasar una vuelta entera para que veamos contragolpear al Sevilla, que no lo ha hecho ni con el marcador en ventaja y en campo propio, es decir, ni cuando lo teníamos a huevo. Vertical, colectivo, luchando cada balón…El Sevilla, sin más. Y entonces nos hemos dado cuenta de que, sin dejar de criticar la política realizada al respecto, el Sevilla ha fichado en enero a muchos jugadores, y no solo a Arana, porque otro gran éxito ha sido el punto 4.
4. Jugadores recuperados: los nuevos fichajes han sido la transformación de Corchia en el lateral derecho o de Escudero en el izquierdo, la recuperación de Mercado para el centro de la defensa, el cambio de N’Zonzi, el Mudo Vázquez, el papel de Muriel, el resurgimiento de Correa… Todo conduce a un punto 5, que es la síntesis de los cuatro anteriores.
5. El cambio de entrenador: se ha demostrado que era más que necesario y parece que la elección ha sido acertada, porque el equipo ha vuelto a tener alma, ha mejorado enormemente en lo físico, el estilo de juego se ha vuelto más competitivo y eficaz, y porque jugadores que dábamos por perdidos han resucitado. Y todo eso hay que anotarlo en el debe de don Vicenzo Montella.

Me hubiera gustado publicar este artículo después del partido de vuelta frente al Atlético de Madrid, porque dará más valor a lo que digo o lo enfriará bastante, pero Jul y Gan sale los martes y así será para lo bueno y para lo malo. Quedan no pocas incógnitas, la primera de todas si la tropa de Simeone nos bajará de la nube hoy o no, pero el cambio está trazado y ha sido para bien. Queda aún mucho por hacer, y no pocas dudas, por la excesiva dependencia de Banega, porque se necesita que otros jugadores asuman responsabilidades los que no han dado el paso o lo han dado sin acierto, como Jesús Navas o Nolito, pero la senda es la correcta. Qué tristeza no haberla recuperado antes. Hoy se acabaron los gritos. Quizás el ayer haya sido malo, pero el mañana es nuestro. Y el mañana comienza esta noche.