La planificación deportiva de la temporada 2016/2017 del Sevilla Atlético no concuerda con su rendimiento en la misma. Consiguiendo los objetivos marcados y con jugadores que han despertado el interés de equipos de la Liga Santander, los fichajes realizados han dejado un mal sabor de boca, en su mayoría.
El núcleo fuerte de la temporada del ascenso se ha mantenido prácticamente intacto gracias a su gran nivel y a la escasa competencia ofrecida por los suplentes. En total, 10 fichajes procedentes de otros clubes, sin contar a futbolistas como Pozo o Yan Brice, que fueron subidos al segundo equipo.
El caso de Jorge Carrascal es el único en el que el poco rendimiento está justificado, ya que sólo pudo disputar 28 minutos en la tercera jornada antes de caer en una lesión de larga duración, que le ha impedido estar presente durante toda la temporada.
Los hermanos San Emeterio han tenido distinto protagonismo a lo largo de la campaña. Borja ha disputado 482 minutos en 10 partidos, bastante escasa participación. Sin embargo, su hermano Fede ha jugado 38 partidos (2.855 minutos) y ha marcado dos goles, genial rendimiento.
Fabrice Ondoa, ganador de la Copa África, ha disputado pocos minutos, no porque no ofrezca buen rendimiento, pues en cuatro partidos sólo ha encajado dos goles, sino porque delante estaba José Antonio Caro, héroe del ascenso. Esta situación ha impedido que el portero camerunés haya podido disfrutar de mayor participación en el equipo.
El fichaje estrella, sin duda, fue Marc Gual. Llegó en Noviembre al filial sevillista, como recambio de Carlos Fernández, que se lesionó de larga duración, y en 24 partidos ha marcado 14 goles y ha dado 5 asistencias, un rendimiento espectacular.
Boutobba (241 minutos), Alex Muñoz (1.073 minutos), Schetino (785 minutos), Cristian González (685 minutos y un gol) y Aburjania (359 minutos) han sido fichajes que han desahogado a los titulares de la carga de minutos, pero cuyo rendimiento no ha sido destacado.