El resultado del partido de ayer dejó un sabor amargo. Tras el buen juego del Sevilla, el gol de Vardy fue un palo duro. El conjunto hispalense tuvo numerosas ocasiones, pero tanto la mala suerte como la buena actuación de Schmeichel hicieron imposible convertir más tantos. Con todo esto, la vuelta se antoja bastante dura. Pero aún queda aproximadamente un mes para el encuentro y en este periodo de tiempo ambos equipos deberán afrontar partidos importantes para sus objetivos en sus respectivas ligas.
El Sevilla luchará por el título
La derrota del Real Madrid en Mestalla en la jornada aplazada vuelve a apretar la pelea por la Liga. Lo que en un primer momento se consideraban seis puntos seguros para el conjunto de Zidane en los partidos que tenía por jugar ahora pasa a ser un empujón importante para sus perseguidores. Entre ellos está el Sevilla que deberá comenzar a meter presión desde este sábado ante el eterno rival. El Betis viene herido tras perder ante el Granada fuera de casa por 4-1, pero el derbi es especial y seguro lo jugará con la máxima intensidad. Tras esto, el conjunto hispalense se enfrentará en casa el jueves ante el Athletic de Bilbao. Partido complicado al que le seguirá el lunes el Alavés y el Leganés en casa el sábado como último partido previo a la vuelta en Champions. En definitiva, una serie de partidos intensa pero muy ilusionante para el Sevilla antes de volver a la competición europea.
Se juega la vida
Por otro lado, la situación del Leiscester es muy diferente. A tan solo un punto de descenso, el equipo dirigido por Rainieri tendrá que jugar tres partidos muy exigentes. El primero de ellos será el lunes en casa ante el Liverpool. El Hull City será el siguiente rival en un encuentro clave en su lucha por no descender. Por último, visitará el Emirates Stadium para enfrentarse al Arsenal en un encuentro aplazado. Trilogía de partidos muy difíciles para los foxes que deberán jugar al máximo nivel si no quieren meterse en problemas.