Conocido por su planificación deportiva, Monchi comienza las operaciones para mejorar la plantilla de cara a la temporada que viene. El nuevo Sevilla pasa por la venta de jugadores con ingresos que impulsarían el mercado de verano. Los dos primeros en salir vendidos, curiosamente, han sido los dos jugadores que han sido baluarte, cada uno en una temporada, de las dos últimas planificaciones en Nervión. Las dos, sin Monchi.
Los estandartes
En las dos temporadas que el de San Fernando no estuvo en la entidad rojiblanca, se produjeron dos traspasos dispendiosos. El primero de ellos fue Luis Muriel, fichado por el Sevilla bajo el mando de Óscar Arias por 21 millones desde el UC Sampdoria, con una cláusula que ascendía a los quince millones de euros. El rendimiento del delantero colombiano no ha sido el esperado, agravado por la lesión que sufrió en la rodilla izquierda durante la Copa América. Desde enero, Muriel ha estado jugando con la camiseta del Fiorentina, equipo que abonó un millón por la cesión el pasado enero. Finalmente, se ha llegado a un acuerdo con el Atlanta para su traspaso por la cifra de dieciocho millones de euros.
Por otro lado, la pasada semana se anunció la venta de Quincy Promes al Ajax por la cantidad de quince millones de euros. Esta operación podría llegar como máximo poco más de los diecisiete millones. El neerlandés fue el fichaje estrella de la planificación de Joaquín Caparrós como director deportivo del Sevilla. Ahora, vuelve al equipo donde se formó como futbolista. El Sevilla se deshace así de las dos fichas más altas que tenía en su plantel.
Reducción de plantilla
Además de estos jugadores, algunos parecen que van a abandonar el club de manera inminente. Pablo Sarabia encabeza esta lista, cuya salida se anunciará a partir del 1 de julio. Ben Yedder también podría salir del club hispalense, toda vez que ya ha declarado su deseo de cambiar de aires y que el Manchester United no le quita ojo. Su cláusula es de cuarenta millones y en principio ese sería el precio de venta del francés.