El Sevilla quiere crecer. Monchi volvió a la que fue su casa, más que por sentimentalismos, por la promesa de un gran proyecto. Le aseguraron un equipo de futuro, para volver a estar asiduamente entre los grandes de Europa, y para ello, el director deportivo sevillista tiene que adquirir a grandes jugadores para la causa. El verano será movido en las oficinas del Sánchez-Pizjuán. Lo primordial será la contratación de un entrenador que dirija el barco. Además, se producirán numerosas salidad, pero mientras tanto, el gaditano sigue rastreando el mercado y el último nombre que ha salido a la palestra es el del azulgrana Malcom.
Sin protagonismo
El brasileño no ha gozado de todas las oportunidades que esperaba cuando llegó a Can Barça. Malcom firmó in extremis por el club blaugrana, pues el propio Monchi lo tuvo amarrado para incorporarlo a las filas de la AS Roma. A última hora y a razón de 40 millones de euros, el extremo derecho cambió de destino. Y parece ser que no acató la decisión correcta. Apenas ha jugado 900 minutos entre todas las competiciones, en los que ha conseguido cuatro goles y dos asistencias. El joven atacante de 22 años quiere sentirse protagonista en un nuevo proyecto, pues en el FC Barcelona tiene por delante a jugadores de mucho nivel, y desde Mundo Deportivo, colocan al Sevilla de Monchi tras él. Para más inri, todo indica a que Antoine Griezmann vestirá la azulgrana, por lo que la pelea por un puesto se antoja más complicada la temporada que viene para Malcom.
Con buen mercado
La opción Malcom no sólo gusta en Sevilla. El brasileño sabe que tendrá muchas novias y algunas con un factor diferencial del que posiblemente no gozará el club hispalense: el atractivo de la Champions League. Los buenos años del extremo en el FC Girondins de Bordeaux hacen que el jugador tenga buen mercado en Francia. El gran interesado por Malcom es el Lille, equipo que disputará la próxima Liga de Campeones y que necesita suplir la asumida salida de Nicolás Pépé, jugador que tanteó Caparrós el pasado verano. Monchi tendrá que frotar la lámpara si quiere incorporar a un jugador como Malcom, mientras tanto, el gaditano ya trabaja sin descanso para conventir, como antaño, los sueños del sevillista en realidad.