El debut en Europa League dejó un partido fabuloso por parte del conjunto nervionense. El Sevilla va demostrando que su juego no es flor de un día y que tiene muy claras sus intenciones de cara a este temporada. Sea en su propio estadio o en otro ajeno, los de Lopetegui salen con la clara intención de dominar el encuentro, imponer su idea y mantener la jerarquía defensiva. Esa predisposición es lo que lleva a una ejecución fantástica que, a día de hoy, le sitúa en primera posición tanto en Liga como en la competición continental.
Pocos peros se pueden poner a la actuación sevillista en Azerbaiyán. Por resaltar algunos aspectos, ciertos fallos en la zaga ocasionaron situaciones de peligro para el conjunto hispalense que pudieron dar al traste con el plan trazado. Igualmente, aunque las transiciones eran muy notables, a la hora de enfrentar la portería rival hubo estancamiento para dar el último pase.
La realidad es que el Sevilla salió sin ningún tipo de reparos contra el Qarabag. No hubo confianzas y sí mucho trabajo, con una mentalidad férrea que permitió al equipo hacerse con el control del balón. El once inicial presentó numerosas novedades pero el juego se mantuvo intacto. La creatividad de Óliver Torres unida a las constantes internadas de Pozo y a los movimientos de Chicharito en ataque fueron un verdadero quebradero de cabeza para un rival que tenía que controlar demasiados frentes. Tantos que, finalmente, el Sevilla se dió un verdadero festín de golazos, comenzando con un lanzamiento de falta perfecto de Chicharito, seguido por una vaselina de Munir y finiquitado con una chilena de Óliver Torres. Ahí es nada.
Pozo tira la puerta abajo
El canterano sevillista realizó un gran partido. Con mucho desparpajo, la comparación con Jesús Navas era inevitable. Pozo estuvo muy seguro en tareas defensivas, pero fue en ataque donde mayor presencia tuvo. No dejó de subir la banda durante todo el partido, encarando a sus rivales como si llevara años jugando al máximo nivel. De sus botas salió el centro que daría lugar al tercer gol del Sevilla. Bien es cierto que tiene por delante a una leyenda sevillista, pero Pozo ha llegado al primer equipo para quedarse.
Vázquez sigue mudo
El futbolista argentino no termina de demostrar su implicación con el equipo. Su calidad es indudable, así como su talento y sus condiciones, las cuáles ha demostrado en ciertas ocasiones. Ahí radica el problema, en su regularidad. Franco Vázquez está gozando de la confianza de Lopetegui. Salió como titular ante el Qarabag y ha jugado los tres partidos de Liga incluso marcando un gol frente al Celta. Sin embargo, su pasividad en el mediocampo así como su lentitud a la hora de ejecutar una acción hacen que su aportación sea cada vez menor. Se regodea demasiado al buscar la falta del contrario y, en numerosas ocasiones, acaba en pérdida de balón.