No siempre deja las mismas sensaciones en la afición un 3-2 en contra. Cuando el partido está igualado, se entiende el resultado y se apoya el esfuerzo del equipo. No obstante, cuando te vas al descanso con un 2-0 a favor y dejando magníficas sensaciones sobre el verde, una remontada ‘express’ en la segunda parte, deja incrédulos a todos los afectados. Fue lo ocurrido el pasado jueves en una fatídica tarde en la que tres errores garrafales condenaron al Sevilla frente al Eibar. Desde hace 7 años no se vivía algo similar, en esta ocasión en Nervión y frente al FC Barcelona.
La noche de Cesc
Todo aficionado al fútbol que estuviera en el Ramón Sánchez Pizjuán el 29 de septiembre de 2012, pudo vivir una debacle totalmente inesperada. En esta ocasión, con polémicas decisiones arbitrales, el FC Barcelona consiguió remontar en los minutos finales del encuentro a un Sevilla que ya se veía ganador del duelo.
La atmósfera aquel día en Nervión era la de las grandes noches, con una afición totalmente volcada con los suyos, que se adelantaron gracias al tanto de Trochowski. Ya en la segunda parte Negredo aprovechó un error de Busquets para colocar el 2-0 en el marcador. Los locales se relajaron y Fábregas reaccionó anotando el primero para los suyos. Él mismo consiguió también que instantes después, Mateu Lahoz expulsara a Medel. Posteriormente llegó el segundo gol de Cesc y el tanto de Villa, ninguno exento de polémica, 2-3.
Tras el Eibar, la Real
Varios son los señalados tras un encuentro que toda la afición daba por concluido antes del minuto 60 en Ipurúa. El portero, los centrales, el entrenador… Todos tienen su parte de responsabilidad aunque el mayor fallo del equipo hispalense ante el Eibar fue la falta de concentración. En un campeonato liguero tan disputado y competido, pocos o ninguno son los equipos que tienen permitido relajarse al ir ganando. El Sevilla lo hizo ante el Eibar y pagó las consecuencias.
Es por ello que, tras dos derrotas consecutivas que han frustrado el buen arranque sevillista, los de Lopetegui no tienen otra que centrarse en el siguiente partido. Un Sevilla frustrado luchará por frenar a una Real Sociedad inmersa en una sobresaliente dinámica. Todo ello antes de regresar a la Europa League y de hacer frente al Barça en el Camp Nou.