Llegó en el mes de diciembre, como un regalo de navidad anticipado, como respuesta a la súplica de una afición que veía cómo su equipo agonizaba jornada tras jornada y se acostumbraba a ocupar la última posición.
Muchos pensamos que esta decisión se tomó tarde, que los puntos perdidos serían una losa en la segunda vuelta y que Cristian Toro tenía una difícil tarea: ser el capitán de un barco que comenzaba a hundirse en medio del océano. Pero Toro cruzó el Atlántico para llegar al Sevilla y ponerse manos a la obra con el encargo.
Primer partido, primera victoria y bocanada de aire fresco para el sevillismo. Tres puntos y algo parecía haber cambiado. No obstante, la situación no se revirtió de golpe, el fútbol es un camino de subidas y bajadas y hasta la última jornada el equipo no se salvó matemáticamente.
Pero Cristian, desde el principio, supo ser prudente. Fue sincero e hizo suya la lucha por la permanencia, se impregnó de la filosofía del ‘nunca se rinde’ y, a pesar de las dificultades, capitaneó al equipo hasta la décima posición. La mejor desde el ascenso. No lo hizo solo, en esta lucha contó con sus jugadoras, que se esforzaban jornada tras jornada por convertir el trabajo de los entrenos en puntos. Ellas son sus mayores valedoras.
Su renovación fue ilusionante, la prueba de que este equipo no se conforma con un décimo puesto y de que el trabajo tendrá continuidad. Cristian Toro es el guardián de las ilusiones de los aficionados esta temporada, una responsabilidad que seguro sabrá llevar.
Porque ya nos hizo soñar con una final de Copa, con la posibilidad de ganar el primer derbi, con un equipo que es capaz de sobreponerse a todo. El argentino es el encargado de capitanear el barco en el que los aficionados sevillistas deben montarse y confiar en que lo sabrá llevar a buen puerto por complicada que pueda parecer la travesía.
Acudamos a la Ciudad Deportiva, creamos en su trabajo y en el de sus jugadoras, en la manera que tiene de entender este deporte y en la planificación de esta nueva temporada. Este fin de semana, el sevillismo tiene la posibilidad de ver a su equipo comenzar el nuevo curso en casa, no la desaprovechemos. Que no crean que están solas en esta batalla.