Continúan los movimientos por parte de la dirección deportiva. Se han producido ya bastantes variaciones en el equipo, con múltiples salidas como la de Vitolo o con llegadas muy ilusionantes como la de Nolito. Además, el equipo empieza a dejar buenas sensaciones en el juego, tal y como se pudo ver ante el Cerezo Osaka. Con el paso de los días, los rumores se van sucediendo y nuevos nombres van sonando para complementar al equipo de Eduardo Berizzo. El apartado defensivo es uno de los puntos más importantes en la actualidad para el Sevilla. Las salidas de Rami y Mariano (ya cubierta con la llegada de Corchia) hacen necesarios algunos fichajes en esta parcela. Los ofrecimientos no faltan y algunos son de bastante nivel. Son los casos de Badstuber y Mangala.
El primero, de 28 años, procede del Bayern Munich aunque actualmente es agente libre tras finalizar contrato. Mangala, por su parte, lleva varios años en la élite y posee una enorme experiencia en diferentes países. Según las últimas informaciones, el Sevilla podría estar planteándose la posibilidad de realizar dos incorporaciones debido a la gran oportunidad que representan tanto Badstuber como Mangala. La carga de partidos fue un importante condicionante en la anterior campaña y la llegada de dos nuevos centrales podría paliar en gran parte esta complicación.
Rendimiento irregular
Sin embargo, esta operación también presenta dudas. Por un lado, Badstuber podría ser un fichaje de alto riesgo. Su historial de lesiones es bastante amplio. De las últimas cinco temporadas, solo la 11/12 pudo jugarla completa. En la 12/13, una lesión del ligamento cruzado le dejo sin jugar hasta el comienzo de la 14/15. Esa temporada, tras desgarrarse un músculo volvió a perder el ritmo de juego. En la 15/16 su participación se limitó a siete partidos y en esta última a 16. Desde enero estuvo jugando en el Schalke, pero su bajo rendimiento hizo que el equipo alemán no ejecutara la opción de compra.
El caso de Mangala es diferente. Su llegada al Manchester City, procedente del Oporto, por 30 millones de euros crearon una enorme expectación. Sin embargo, las lesiones y la competencia hicieron que su participación fuera disminuyendo paulatinamente. La última temporada jugó en el Valencia donde tuvo mayor presencia en el once titular. Aun así, su rendimiento fue muy irregular, encadenando buenas actuaciones con fallos garrafales.
Sin duda alguna, la situación requiere de una reflexión por parte de Oscar Arias y su equipo. La oportunidad parece interesante, pero habrá que ver si la solución no acaba por convertirse en un lastre para el equipo.