Con doblete de Vietto y goles de Ben Yedder y Vitolo logró el Sevilla ganar al Málaga. El hecho de marcar cuatro goles, algo ya reseñable, no es el que más destaca, es el de hacerlo en diez minutos. La efeméride ocurrida entre los minutos 25 y 35 del pasado sábado es algo inusual en Nervión, pero no es la primera vez que ocurre.
Desde los años 50
Era el 6 de enero de 1952. El Sevilla recibía al Racing de Santander en duelo correspondiente a la decimoséptima jornada de liga. El resultado final fue de 5-0 pero el partido dejo otra curiosidad. Entre los minutos 76 y 83 el Sevilla lograba cuatro de sus cinco goles aquella tarde. Los goleadores de aquella tarde fueron Gallardo(dos goles), Araujo y Ayala I, , marcando Enrique en la primera parte. Tal bacanal de goles recuerda mucho a la visita del pasado sábado. El Sevilla acabaría aquel año sexto mientras que el Racing de Santander terminaría 14º, evitando el descenso.
Distintas maneras de ver el fútbol
El resultado del sábado cobra importancia si lo ponemos en contexto. En el fútbol de hoy en día se valora mucho mas el aspecto defensivo que hace sesenta años. En los años 50 era común ver grandes goleadas tales como 10-0, 11-1, 8-3. Estos resultados serían tomados como grandes acontecimientos hoy en día mientras que en los 50 era algo habitual. Podemos ver similitudes gracias al estilo de juego de Sampaoli. El argentino promueve una vuelta al amateurismo y eso nos lleva a mirar al fútbol del pasado como el de los 50. Así no es tan complicado pensar en que mucho mérito de esta goleada reside en la filosofía de Sampaoli.
El premio a un estilo
Sin duda el estilo de Sampaoli levantó polémica. A su llegada a Nervión prometió un fútbol alegre y de ataque que no casaba con el que se venía practicando en Sevilla. Tras algunos meses el amateurismo es aceptado por la totalidad del sevillismo. El Sevilla marcha tercero en liga y mucho de eso se lo debemos al amateurismo. El estilo de Sampaoli ha hecho más fácil lograr igualar registros de otra época como el del sábado y, seguramente, sigan cayendo muchos más.