Tras el parón de selecciones, vuelve la competición liguera al Sánchez Pizjuán. El último partido del conjunto nervionense ante el Barcelona dejó una derrota poco sorprendente, pero con una imagen preocupante. Será interesante observar si este tiempo sin partidos le ha venido bien al equipo para asentar diferentes ideas de juego. Enfrente esta jornada estará un Celta de Vigo que llega con ganas de cambiar su situación de una vez por todas y mirar hacia Europa.
Problemas en casa
Desde su regreso a Primera División, el conjunto vigués ha sido uno de los más complicados para el Sevilla. Aun así, su fuerza en el Sánchez Pizjuán se ha hecho patente en la mayoría de partidos. Desde 2012 (año del ascenso del Celta), se han jugado cinco partidos de Liga en feudo sevillista, con tres victorias locales y dos derrotas. Números muy ajustados, más si se tiene en cuenta que solo uno de esos triunfos fue por más de dos goles de diferencia, en la temporada 2012/2013 por 4-1.
Dinámicas similares
Para el Sevilla, el comienzo de temporada está siendo difícil. Son varios los cambios sufridos en la plantilla y aún parece necesitar tiempo para acoplarse. Tras una racha de partidos nefastos que acabaron en goleadas, el equipo de Eduardo Berizzo consiguió encadenar dos victorias consecutivas entre Liga y Champions, que fueron interrumpidas con el partido en el Camp Nou. Con 19 puntos, se encuentra sexto clasificado a cuatro del Atlético de Madrid que marca la primera posición con acceso a Champions. Es necesario empezar a sacar puntos de tres en tres.
Por su parte, el Celta de Vigo se encuentra en un momento parecido. El cambio de entrenador ha alterado en cierto modo el juego del equipo, lo cual ha hecho que su comienzo haya sido irregular. De los once partidos disputados, ha perdido cinco y ha empatado dos. Catorce puntos suma actualmente, a cinco de la Europa League (donde se encuentra el Sevilla). No obstante, con su victoria ante el Athletic de Bilbao buscará cambiar definitivamente esta situación.
Iago Aspas regresa
El paso de Iago Aspas por el Sevilla fue corto pero intenso. Sus apariciones con la camiseta sevillista fueron pocas, pero encandilaron en gran medida a la afición nervionense. Su regreso al equipo de su corazón confirmó de nuevo el increíble jugador que es, algo que le valió incluso ser convocado con la selección española. Esta temporada va por el mismo camino. Lleva seis goles en once partidos, lo que le convierte en el máximo goleador de su equipo y a tan solo un gol de Rodrigo, el máximo anotador nacional.
Dos entrenadores ante sus ex-equipos
La trayectoria de Eduardo Berizzo ha tenido un antes y un después en el Celta de Vigo. Jugó varios años allí, pero sobre todo como entrenador tuvo una relevancia importante. Con el equipo vigués consiguió grandes gestas, como derrotar al Madrid en la Copa del Rey o llegar a semifinales de la Europa League ante el Manchester United. Gracias a estos logros, llamó la atención de varios equipos punteros, entre ellos el Sevilla por el que acabó firmando.
El recuerdo de Unzué en el Sevilla es prácticamente imborrable. Fue uno de los jugadores que más partidos disputó con el conjunto nervionense e incluso está reconocido como uno de los mejores porteros en la historia sevillista. Ahora, regresa como entrenador tras colaborar con Luís Enrique en su etapa como técnico del Barcelona. Sin duda, buscará que su equipo logre encadenar una buena racha de resultados en un campo muy difícil.