El Sevilla se desquitó de su derrota en Copa con una goleada en Anoeta. El 0-4 logrado por los hispalenses da de por sí la sensación de haber sido un partido sencillo pero en realidad tuvo varios matices. Un 0-4 suele ser una arrollamiento por parte del vencedor, con alto porcentaje de posesión, gran cantidad de tiros, pocas llegadas del rival, etc. Sin embargo este partido fue todo lo contrario. Fue una goleada atípica.
Primó la efectividad
El Sevilla tuvo un 53% de posesión, la mitad de tiros a puerta que el rival y mismo porcentaje en acierto de pases. A priori estos datos nos llevan a pensar en un partido parejo. Pues no, son los de este partido, un 0-4. Con estos datos logró el Sevilla la sonora goleada en Anoeta que le deja segundo provisionalmente. La efectividad hispalense, por tanto, fue la tónica del encuentro. Con una posesión muy pareja y un número de tiros igual para ambas partes el encuentro quedo decidido por dos jugadores: Wissam Ben Yedder y Sergio Rico. Ben Yedder con una efectividad del 100% en tiros y Sergio Rico, con ningún gol encajado pese a 10 tiros a puerta de la Real, fueron clave.
Vuelta a los orígenes
Saltó el Sevilla a Anoeta con un once muy diferente al que fue derrotado en Madrid. El principal cambio táctico fue la vuelta a la línea de 3 centrales. Esto dio mucha más solidez al Sevilla (portería a 0) y dejo a Mariano y Escudero como carrileros donde se sienten mucho más cómodos. Otro jugador que volvió al once fue Franco Vázquez. La figura de el Mudo, pese a rozar la expulsión, fue induscutible en la zona de mediapuntas y desplazó a Nasri al doble pivote, donde aportó más. También destacó la figura de un 9 puro, en este caso Ben Yedder, que gracias a su capacidad goleadora aprovechó todos sus tiros a puerta.